28 Nov Cómo proteger las estructuras metálicas del fuego.
La mayoría de las personas piensan que las estructuras metálicas no pueden quemarse en un incendio, al contrario de lo que les ocurre a las estructuras fabricadas en madera, plástico u otros materiales que arderían de manera fulminante. O dicho de otro modo, parece que todo el mundo da por hecho que la madera arde, ciertamente, pero los metales no.
Sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que aunque estas estructuras no ardan como lo puede hacer la madera, también sufren daños, tal y como te vamos a contar en este post. Continúa leyendo si quieres saber cómo proteger las estructuras metálicas del fuego.
El fuego, también un peligro para las estructuras metálicas.
Pues como hemos adelantado, es un error pensar que las estructuras de metal no deban protegerse del fuego o que sean percibidas como menos peligrosas en el caso de declararse un incendio. Porque lo cierto es que estas estructuras también pueden sufrir terribles consecuencias ante la presencia de un foco de calor tan intenso como es un fuego, de ahí la importancia de aplicarles también medidas ignífugas adecuadas.
La actual normativa del Código Técnico de Edificación (CTE) obliga a que los diferentes elementos constructivos de cualquier inmueble presenten cierto grado de resistencia al calor, incluidas las estructuras metálicas. ¿Por qué? Porque estas estructuras, aunque no ardan, corren el riesgo de ver vulnerada su resistencia mecánica y derrumbarse. De ahí que la importancia de proteger estas estructuras resida no tanto en su posibilidad de arder, que es inexistente, sino de perder su capacidad portante y venirse abajo.
¿Qué medidas tomar para proteger las estructuras metálicas del fuego?
De entre todos los sistemas de protección que existen para las estructuras metálicas, algunos son especialmente efectivos cuando se desencadena un fuego:
- Morteros de vermiculita.
- Morteros de lana de roca.
- Pinturas intumescentes.
- Placas de silicato de calcio.
Todos estos elementos actúan como aislantes térmicos para impedir que el calor afecte a estas estructuras de metal. Algunos de ellos, crean una película protectora que les hace aumentar su volumen ante la presencia de calor, pudiendo así soportar las altísimas temperaturas que se generan en un incendio y ejerciendo una protección que impide que el fuego les afecte o que, al menos, lo haga lo más tarde posible.
Como señalábamos anteriormente, la actual normativa de construcción y rehabilitación obliga a adecuar a los edificios para que garanticen que sus estructuras metálicas cumplan con los requisitos de resistencia, integridad y aislamiento térmico. Y en estos casos, lo mejor es ponerte en manos de un fabricante de estructuras metálicas con gran experiencia, ya que así evitarás las temidas consecuencias que pueden producirse ante un posible fuego y se cumplirá la normativa vigente en este ámbito.
Si quieres más información sobre este tema, en EMS e Hijos podemos asesorarte para instalar aquellas medidas ignífugas más apropiadas para garantizar la máxima resistencia de tus estructuras de metal.